Andaba yo pensando el otro día y de repente se me vino una idea a la mente: Qué gran invento ese de la regleta del sonido, no? Parece una cuestión sencilla, pero no. Es una reflexión de alto nivel. Y es que el hecho de que el aparato lleve en funcionamiento ni se sabe cuanto tiempo, no debe ser excusa para restarle el mérito y la importancia de su función.
Quién no se acuerda del mal rato que se pasaba cuando llegabas tarde a un acto y tenías que pasar delante de todo el mundo para poner el micro en la mesa. Pues eso pasó a la historia y ahora uno puede llegar tarde y pasar desapercibido. O no, depende de la ropa que elija para ese día y de la atención del orador (que parece ser mucha). ¿Será por eso que repite las cosas? ¿Será que se le olvida lo que ya ha dicho?
Al invento sólo le veo un inconveniente: que se acopla en los momentos más inoportunos. Así que, si alguien conoce al creador de tan apreciada herramienta que lo haga saber para ver si es capaz de solucionar este problema y quien sabe, quizá podríamos darle la Alta Distinción de la Generalitat.
jueves, diciembre 21, 2006
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2 comentarios:
¿Os dijo todo eso? Mare meua, qué paciencia, y cuántas cosas provocan las drogas... Pues si se entera de que tengo una mesa de mezclas... Ejeloflipo!! Pues recuerda que, ante un asunto de tanta trascendencia, y mientras pones cara de mucha atención, siempre puedes responder "es un tema", y quedas tan chupiguay.
Un beso.
oh regleta de sonido,
cuan esperada fue tu anunciación
y cuan celebrada tu llegada.
oh regleta de sonido,
tu que prestas voz a los que carecen de la gracia divina libranos del canto de la gaviota con un oportuno cortocircuito
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